Estoy en el sector de las entidades sin ánimo de lucro desde hace más de 18 años. Se puede decir que he cumplido la mayoría de edad y son muchas las entidades que he conocido. En todo este tiempo me he encontrado con fundaciones y asociaciones profesionalizadas, “chiringuitos”, entidades con un gran impacto y otras que, a pesar de sus grandes esfuerzos y recursos, apenas tienen retorno de esa inversión.

Por eso, me atrevo con el siguiente ranking. Según mi punto de vista, a continuación te cuento las 8 cualidades que creo que debe tener toda ONG:

1. Necesarias.

Debe primar el interés de los beneficiarios a los personales. Es importante tener claro que las ONGs no pertenecen a sus fundadores o a sus órganos de gobierno. Son un instrumento idóneo para llevar a cabo nuestro compromiso con la sociedad. Y por eso, tenemos que tener muy claro – planificar -, que queremos constituirla y que es necesaria.

2. Adecuadas en el tamaño.

No puede haber en una misma zona siete ONGs pequeñas que se dediquen a lo mismo. Hay que concentrarlas, para que adquieran un tamaño adecuado y cuenten con los recursos humanos y económicos necesarios para cumplir con sus fines.

3. Profesionalizadas.

Tienen que ser gestionadas por profesionales y pagarles adecuadamente. Siempre lo digo, la buena voluntad es admirable, pero no es suficiente para gestionar este tipo de organizaciones. En este sentido, tenemos que seguir formándonos y más importante aún si cabe, atraer al talento. Es decir, hacer de estas organizaciones un lugar atractivo para que puedan desarrollarse las generaciones futuras. Y además, gestionar muy bien el voluntariado.

4. Con órganos de gobierno implicados.

Ya sean patronatos o juntas directivas, hay que tener claro que deben cumplir tres funciones principalmente: visión estratégica, supervisión y captación de recursos.

5. Sostenibles.

Ya casi todas las ONGs son operativas, es decir, se constituyen y van a buscar recursos – y cuantos más mejor – a un mercado amplio, donde existe mucha competencia. Por todo ello, deben conocer todas sus fuentes de ingresos, diversificarlas y no depender – se pierde creatividad – en exclusiva de ninguna de ellas. Y hay que tener muy claro, que nadie nos tiene que dar nada por el hecho de existir.

6. Transparentes.

Y no por coacción -porque lo diga una ley, que también – ni por conveniencia, sino por convicción. Debe estar en el ADN de la organización. Utilizan dinero que es de otros y deben ser muy “escrupulosas” con lo que hacen con él. Hay que trabajar muy intensamente en generar confianza social. Se tarda 10 años en conseguirla y 30 segundo en perderla.

7. Que generen impacto.

Las ONGs son una herramienta muy potente para ayudar a los demás, proteger nuestro patrimonio, avanzar en la investigación, en la educación, cultura, …, en definitiva, en transformar nuestra sociedad y para ello debemos no sólo “hacer” sino también, saber qué queremos cambiar con lo que hacemos, analizar si lo estamos consiguiendo y actuar en consecuencia.

8. Comunicativas.

Hacia fuera y hacia dentro. Hay que comunicar, comunicar y comunicar. Hay que contar muy bien lo que hacemos, porque la captación de fondos está muy unida a la comunicación. Y por supuesto, hay que invertir en comunicación, sino difícilmente se podrá conseguir lo que se pretende.

 

Hay que conseguir que la sociedad amplíe su fe en este sector y lo haga suyo, y para ello es necesario actuar con rigor en el cumplimiento de los fines, implantar políticas de buen gobierno en las organizaciones.

¿Qué te parecen estos 8 atributos? ¿Estás de acuerdo con ellos? ¿Añadirías alguno más que consideres esencial? Comparte conmigo en redes sociales.