De la calma aparente al primer aviso
Julio nació el 13 de octubre de 2017, a priori se desarrolló según los hitos habituales, sonreía, miraba, señalaba, andaba…
Sin embargo, su lenguaje era pobre a los dos años. Su pediatra decía que era completamente “normal”, que cada niño maduraba a un tiempo y que no me preocupara.
Sin embargo, en cuanto empezó en el colegio, se evidenció que tenía problemas de adaptación. Esta nueva etapa que debía venir cargada de alegrías y descubrimientos se convirtió en una época de incertidumbre y confusión.
Un proceso largo, lleno de dudas y de búsqueda
Inicialmente se achacaron los problemas de adaptación a las circunstancias vividas durante el confinamiento y al escaso lenguaje que manejaba el pequeño, pero lejos de mejorar, a medida que avanzaban las semanas el niño estaba más triste y lo pasaba peor.
Fue una época difícil, llena de incertidumbre, consultando con muchos especialistas hasta que finalmente le diagnosticaron autismo.
De la desolación al compromiso: entender para ayudar
La noticia fue muy dura, pasamos algo parecido a un duelo, de la negación a la culpa, pasando por una inmensa tristeza…
Finalmente llegó la aceptación, un punto de inflexión donde pasamos a entender la esencia de nuestro hijo y buscar la forma de ayudarlo, con un único objetivo: garantizar su felicidad y la nuestra.
Empezamos formándonos en métodos de comunicación alternativa, buscando profesionales que nos asesorasen a nivel de conducta, haciendo cursos de todo lo relacionado con el autismo y sus características, etc.
Desde que nos dieron el diagnóstico hasta día de hoy hemos aprendido que la idea preconcebida que se tiene de esta condición es errónea, ya que dentro del espectro autista hay infinidad de casuísticas que hacen a cada persona única.
Ambos progenitores estamos muy involucrados en su desarrollo, en potenciar sus habilidades intentando respetar al máximo su singularidad y sobre todo disfrutando cada momento con nuestro hijo, con otra visión de la vida, llena de alegría y de felicidad.
Singularidades que construyen su manera de estar en el mundo
En nuestro caso, Julio es capaz de comunicarse verbalmente aunque los apoyos visuales le ayudan a comprender mejor el contexto y el contenido.
Le tranquiliza tener rutinas establecidas, consultar su agenda para ver qué tiene cada día y seguir unos horarios fijos.
Cuando está nervioso o emocionado aletea, esto le ayuda a regular sus emociones y a tranquilizarse.
Tiene hipersensibilidad olfativa y selectividad alimentaria, lo que supone todo un reto a la hora de comer.
Sus mayores intereses son los animales y los dibujos animados.
Es muy alegre y cariñoso, le encanta el cine, contar historias y jugar con otros niños, aunque a veces sus problemas de comunicación e intereses restringidos le limitan para hacer amigos.
Julio no tiene que cambiar. Es el mundo el que debe aprender a mirar con otros ojos.
Como padres, nuestra prioridad es que él sea feliz, para ello dar visibilidad a las personas con autismo es fundamental. Julio los ha hecho mejores, y nos ha enseñado a disfrutar de cada pequeño momento de la vida.
No se trata de conseguir que sea “menos autista”, se trata de que se respete su forma de ser.
Autismo Sevilla es mucho más que una asociación: es una red de apoyo y un pilar al que aferrarse.
En la asociación, las familias encuentran comprensión, acompañamiento y la oportunidad de compartir vivencias con quienes atraviesan realidades similares.
La fuerza del movimiento asociativo, de trabajar unidos por una causa común y con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus hijos e hijas, hace que Autismo Sevilla sea un pilar al que aferrarse a lo largo de los diferentes ciclos vitales de la persona, desde el diagnóstico a la vida adulta.
Todo ello, de la mano de profesionales entregados y especializados en autismo, que hacen de la entidad un verdadero nexo de unión.

Construyendo su horizonte, construimos su futuro .
Los fondos recaudados por el #RetoPichón 2025 irán dirigidos directamente a Autismo Sevilla, para dotar un proyecto al que hemos llamado Horizonte.
Horizonte, nace con la vocación de poner de manifiesto la realidad de las personas con autismo y de sus familias, así como de ofrecer a estas personas oportunidades de autonomía e independencia en la etapa adulta.
Si quieres ayudarnos solo tienes que seguir el siguiente enlace para hacer tu donación.