Hace más de 10 años empecé a ayudar a muchas personas a buscar trabajo de una manera altruista y, sobre todo, aplicando mucho el sentido común. No recuerdo bien por qué empecé a hacerlo, pero creo que fue porque me hubiese gustado que alguien me hubiera ayudado a mí de esa manera. A lo largo de este tiempo no he contado a cuántas personas he ayudado a encontrar trabajo o a volver al mercado laboral, pero han sido unas cuantas. Mi único objetivo ha sido y es ayudar.
En este primer post sobre búsqueda de empleo o empleabilidad, quiero hablaros de lo que yo haría si quisiera encontrar un trabajo:
1. ¿Quiero trabajar?
Lo primero que haría es tener claro que quiero trabajar. Algunos estaréis pensando que es obvio, pero siempre que me llega una persona para que le ayude a buscar trabajo, la primera pregunta que le hago es esa “¿quieres trabajar?, ¿seguro?”. La cara suele ser de desconcierto. Trabajar cuesta, de hecho, te pagan por ello. Así que siempre es bueno tener muy claro todo lo que supone trabajar.
“Trabajar cuesta, de hecho, te pagan por ello”.
2. ¿Para qué sirvo?
Una vez que tengo claro que quiero trabajar, pasaría al segundo paso: saber exactamente para qué sirvo. ¿Cómo soy?, ¿qué me gusta?, ¿para qué soy bueno? Este ejercicio de auto análisis, que considero vital, lo resolvería preguntando a todas las personas que tengo a mi alrededor y que sé que me aprecian o quieren: “¿cómo me ves?, ¿para qué crees que valgo? …”
Hace unos meses me encontraba en una escuela de negocio con la que colaboro, grabando un vídeo para difundir un master del que soy director. Entre toma y toma, tenía en una mesa de al lado a dos chicas de 25 años aproximadamente, que estaban trabajando de azafatas en un seminario que se estaba impartiendo en ese momento. Me interesé por lo que hacían, y me comentaron que estaban trabajando de azafatas por que no encontraban trabajo de lo suyo. Les pregunté qué habían estudiado, sus experiencias y sobre todo por lo que estaban buscando, y ¡sorpresa!, una de ellas de repente me dijo: “estoy buscando de lo que sea”.
Yo no sé si eso significaba que le daba igual ser contable, abogada, pintora, cuidadora, etc., Pero lo que tengo muy claro, es que, yo antes de buscar trabajo, analizaría bien qué es lo que me apasiona, para dedicarme a ello. ¿Porque, qué ocurre cuando me dedico a lo que me apasiona?
“Es muy importante que toda persona que esté buscando trabajo sepa exactamente lo que está buscando”.
¡Ojo!, soy consciente de que la situación laboral actual, y más en personas jóvenes, es complicada, pero pienso que es muy importante que toda persona que esté buscando trabajo sepa exactamente lo que está buscando. Lo normal es que al empezar a trabajar haga tareas que no me apasionen, pero debo saber desde el principio hacia donde quiero ir.
3. Cuéntaselo a los demás
Pero, no solamente es importante saber lo que estás buscando, sino además hay que transmitirlo. Una vez que ya he hecho el ejercicio de conocerme, de saber para lo que sirvo, lo comunicaría.
¿Cómo lo comunicaría? Haría un listado con todos los que van a ser en este proceso “mis comerciales”, es decir, todas las personas que conozco, que sé que me aprecian o quieren, y que sé que me van a ayudar en esta ardua tarea.
Esta elección es fundamental porque el 80% aproximadamente de mis probabilidades de encontrar trabajo van a venir por estar personas. El 20% restante vendrían por otros canales: ofertas, portales de empleo, redes sociales, ferias, etc.
Una vez elegidos bien “mis comerciales”, iría a visitarlos individualmente para contarles que estoy buscando trabajo y qué es lo que estoy buscando. Que ellos lo tengan claro. Aquí juega un papel muy importante cuidar la imagen y el aspecto físico.
No tener trabajo y estar buscándolo no es tener la lepra, en ningún caso nos tenemos que avergonzar. Todos o casi todos en algún momento de nuestras vidas hemos buscado trabajo. Tengo que conseguir que quieran ayudarme, así que deja a un lado tus problemas, preocupaciones o inseguridades porque a la persona que le estoy pidiendo ayuda no le interesan.
Terminadas todas las visitas – aunque siempre pueden surgir nuevas personas a las que contárselo –, empieza una fase muy importante: el seguimiento. Aquí es donde fallan muchas de las personas a las que he ayudado. Haría un seguimiento a todos “mis comerciales” cada siete o diez días, para que no se les olvide que estoy buscando trabajo. Hay que ser muy constantes. Si flaqueo pierdo a ese comercial. Tengo que tener muy claro, que el comercial no va a estar pendiente de mí, tiene muchas otras cosas que hacer. Soy yo el que tiene que estar pendiente de él, ya que tengo que mantener la “llama” encendida. Si a las pocas semanas de visitarlo, dejo de estar en contacto con él, he perdido el tiempo y la otra persona no tendrá una buena imagen de mí.
5. ¿Cuánto tiempo me va a llevar encontrar trabajo?
No se sabe nunca, salvo que seas el hijo del Príncipe de Inglaterra o similar. Me puede llevar 1, 3, 6 o 12 meses. Siempre hay que tener en cuenta que va a ser duro, y en muchos momentos frustrante. Para ello, tenemos que prepararnos previamente, habrá momentos de subida y de bajada, habrá momentos en los que crea que no voy a trabajar nunca más y otros en lo que sienta que está muy cerca. Es como una montaña rusa, aunque sabiéndolo va a ser más fácil llevar el proceso de búsqueda:
6. Afrontarlo como si fuera un trabajo
Por último, hay que ponerse a trabajar. Seguro que en muchas ocasiones habréis escuchado que la búsqueda de empleo es un trabajo en sí. Estoy totalmente de acuerdo. Debo afrontarlo como si fuera un trabajo: disciplina, número de horas, constancia, etc. No entiendo la búsqueda de otra manera, sino el cuerpo humano como norma se relaja.
Se trata de una fase de nuestra vida en la que tenemos que salir, pasar tiempo fuera. Igual que cuando uno quiere ligar, no nos podemos quedar en casa. En la búsqueda de trabajo es igual, nadie va a venir a casa a buscarnos y decirnos aquí tengo su trabajo. La oportunidad puede estar en un MBA, en un cumpleaños, en una comunión, en el Camino de Santiago, en una comida de antiguos alumnos, etc. Nunca se sabe. Pero lo que sí sé es que el trabajo está fuera.
Al final, mi experiencia es que todo el mundo encuentra trabajo y trabaja. Aparece por el “comercial” que menos esperaba o por el canal que no le daba mayor esperanza. Pero llega, y a partir de ahí, ¡a trabajar!