En este triatlón tocaba un desplazamiento largo, decidí irme en coche por ahorrar costes y por motivos profesionales y la verdad que se hizo muy largo llegar a Gavà.
Iba con muchísima ilusión por afrontar el séptimo de los triatlones del circuito. También ya se va notando que estamos llegando a otra estación del año, la lluvia y el frío están apareciendo. El sábado una vez allí, aunque llegué tarde, me permitió revisar todo el material y ver el circuito donde al día siguiente iba a competir.
Gavà me sentí como en casa
El estar fuera tantos fines de semana está empezando a hacer mella, pero en este tuve la suerte de que mi amigo Poli, que vive en Barcelona, iba a competir conmigo. El sábado me invitó él y su mujer, Beatriz Luna, a una comida espectacular en su casa junto a sus dos hijas, Bea y Claudia. Qué buena estuvo la comida, y sobre todo, me hicieron sentir como en casa.
De mi pierna no quiero ni hablar, pero sí tenía ya mejores sensaciones, y llegó el domingo, tocó madrugar, la prueba era muy temprano.
Me dirigí al circuito a primera hora para dejar todo el material ahí. Una vez dejado el material, ya me centré en afrontar la prueba, que para mí, ha sido ¡¡el mejor triatlón de mi vida!!
Desde que nos tiramos al mar las sensaciones fueron espectaculares. En la bicicleta, nunca me ha ido tan bien, y en la carrera, puedo decir que volé. Que la del domingo fuera la mejor marca que he hecho, para mi es secundario, me quedo con las buenísimas sensaciones que tuve en la prueba y lo que disfruté. Y sobre todo que seguimos avanzando en el reto.
Cuando llegué a la meta en Gavà, se unieron por una parte, la emoción de que ya van siete, junto con el bienestar de haber tenido las mejores sensaciones que he sentido nunca al hacer un triatlón. Estaba eufórico, en cada triatlón el apoyo de la gente es mayor, el cariño con el que la gente te trata, te da ánimos… ¡es emocionante!
Ha sido un fin de semana duro por otros motivos personales, pero ha merecido la pena, el esfuerzo de seguir luchando por conseguir el reto que nos propusimos al iniciar el año. No me queda más que agradecerle a tantísimas personas el apoyo en este reto y ya solo queda pensar que este domingo: Málaga.
Conforme va llegando el final, la presión que siento es mucho mayor, por no fallar.
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