Caminar distinto, llegar lejos.

Inés nació en septiembre de 1995 y fue una bebé sana y preciosa que comía mucho y dormía poco, activa y juguetona, que enamoró a toda la familia en un abrir y cerrar de sus ojos azules.

 

El mundo a su manera.

Inés crecía, tenía un buen nivel de lenguaje y su desarrollo motor era el esperado, sin embargo, pronto empezaron a aparecer las primeras señales de que algo en su forma de relacionarse con el mundo la diferenciaba de otros niños de su edad

 

Tenía juegos repetitivos, obsesivos, hacía larguísimas hileras de objetos, se empeñaba en repetir siempre los mismos itinerarios, películas, canciones…y, sobre todo, parecía completamente ajena al interés por sus iguales. En el parque, en la piscina, se sentaba de espaldas al resto de niños y se entretenía con actividades muy particulares, nunca compartidas.

 

Un camino en busca de respuestas.

Alrededor de los dos años, ya en la guardería, esta inhibición de las habilidades sociales se hizo más evidente, las ecolalias y estereotipias se volvieron más frecuentes. Comenzamos entonces una larga travesía hasta conseguir un diagnóstico que nos ayudara a entender qué estaba ocurriendo y cómo podíamos ayudar a nuestra hija.

 

Ese diagnóstico llegó, meses más tarde, y supuso un gran peso y un gran alivio a la vez, puesto que marcó un camino y pronto evidenció que, con los apoyos adecuados, Inés evolucionaba positivamente, al tiempo que mejoraba su bienestar y su capacidad de aprendizaje.

 

 

Una atención temprana especializada y de calidad es clave para los niños y niñas que presentan la condición autista. Existen evidencias contrastadas de que esta intervención especializada en autismo mejora la calidad de vida de estos niños y de sus familias, y reduce las necesidades de apoyo que puedan tener en el futuro. 

Por tanto, cuando pensamos en que una persona autista, llegue a una vida adulta lo más plena y feliz posible, es fundamental que, la atención especializada que necesita, haya empezado lo antes posible, y que la familia, así como el resto de la familia y el entorno educativo y social de estos niños , pueda tener las herramientas necesarias para acompañarlo de la mejor manera posible en el camino de su desarrollo. 

Autismo Sevilla

Empezar pronto, cambiar mucho.

Con 3 años, empezó a recibir terapia individual, para trabajar habilidades sociales, mejorar sus competencias y acompañar su desarrollo. La atención temprana resulta crucial para los niños con autismo, la posibilidad de intervenir en esos primeros momentos puede resultar determinante para su desarrollo futuro.

 

 

Una escuela inclusiva y el muro de la adolescencia .

Durante toda la etapa en el colegio el apoyo de profesionales especializados para orientar, formar y dar soporte a profesores y tutores posibilitó que la inclusión de Inés en el aula pudiera ser una realidad y no una etiqueta.

Lamentablemente, en el instituto, Inés ya no contó con los mismos recursos y, aunque le encantaba estudiar, no pudo seguir afrontando la enorme carga emocional que le suponía superar cada día un entorno para ella agresivo y hostil.

Esa experiencia fue bastante traumática y demostró la importancia de mantener los apoyos necesarios para estos estudiantes más allá de la etapa de educación obligatoria. Si estos decaen, les estaremos dando la espalda en el momento más difícil, la adolescencia, todo un reto para la convivencia y la integración en el centro docente.

 

Autismo Sevilla Su lugar, su gente, su ritmo.

Afortunadamente, en ese momento de vacío, Inés pudo acceder al módulo de Unidades Integradas en la Comunidad de Autismo Sevilla, que hoy es su vida. En él, a lo largo de los años, se ha desarrollado como persona, ha recibido formación, prácticas laborales, apoyo y orientación de sus educadores y psicólogos y una constante fuente de aprendizaje, estabilidad y desarrollo de su autonomía personal.

 

Al mismo tiempo, nosotros – sus padres, su hermana -, las personas que la queremos y que constituimos su red de apoyo, también nos nutrimos de este aprendizaje. El sentirnos un equipo con los profesionales nos hace creer en nuestra fuerza y tener cada vez más herramientas para entender y ayudar. 

 

Capacidad y talento que merecen continuidad.

Inés ha tenido varias oportunidades de empleo, en todas ellas ha disfrutado y su desempeño siempre ha recibido elogios por parte de sus superiores. Sin embargo, es difícil que estas oportunidades se traduzcan en un acceso real y continuado al mundo laboral, en condiciones dignas y con las adaptaciones adecuadas en cada caso.

A Inés le gustaría, como a cualquier chica de su edad, tener una vida independiente, así lo expresa. Sin embargo, ella no podría hacerlo sola. Ella y muchas otras personas adultas con autismo, necesitan servicios de vivienda, flexibles y normalizados, que les permitan vivir integrados en sus ciudades y en sus barrios, de manera autónoma, pero con los apoyos necesarios.

 

Un futuro que debe construirse ahora.

Su familia, las personas junto a las que lucha cada día contra los fantasmas de la ansiedad, la incomprensión y el aislamiento, no estaremos siempre.

 Necesita, necesitamos, la ayuda de todos y que estos primeros pasos que se están dando, se consoliden y abran el camino hacia un mejor futuro para ella.

 

Construyendo su horizonte, construimos su futuro .

Los fondos recaudados por el #RetoPichón 2025 irán dirigidos directamente a  Autismo Sevilla, para dotar un proyecto al que hemos llamado Horizonte.

Horizonte, nace con la vocación de poner de manifiesto la realidad de las personas con autismo y de sus familias, así como de ofrecer a estas personas oportunidades de autonomía e independencia en la etapa adulta.

Si quieres ayudarnos solo tienes que seguir el siguiente enlace para hacer tu donación.

Concepto: #RetoPichón 2025
Todas las donaciones irán directamente a la cuenta corriente de AUTISMO SEVILLA, y lo harán a través de la plataforma MIGRANODEARENA.