Lucía Utrilla: Un desarrollo diferente, una niña única.

Lucía nació en 1998, después de tres hermanos varones, y fue recibida con una inmensa alegría por toda la familia. Su llegada fue especial, deseada y celebrada por todos. A los pocos meses, sus padres empezaron a notar ciertos retrasos evolutivos: gateo, marcha, señalar con el dedo… aunque en un principio los pediatras no les dieron demasiada importancia. A los dos años, algo parecía distinto, y comenzaron a buscar respuestas y apoyos terapéuticos. Lucía mostraba carencias, pero también sorprendentes habilidades. Tardó en hablar, pero tarareaba canciones con una entonación asombrosa. No se relacionaba con otros niños, pero aprendió a leer sola a los cuatro años.

 

Comprender su mundo. Lucía tenía problemas de comunicación, comprensión de la realidad y relación social. Con el tiempo, sus padres entendieron que no era que no quisiera estar con otros niños, sino que no sabía cómo hacerlo. Con el apoyo adecuado, puede disfrutar intensamente del contacto social. Su satisfacción cuando lo logra es enorme, y necesita personas sensibles que le faciliten esos espacios.

 

 

Autismo Sevilla: un faro en el camino.

Lucía fue al mismo colegio que sus hermanos, donde siempre fue respetada, aunque los recursos eran escasos. En el aula específica, logró avances importantes en su relación con otros niños. A los siete años fue diagnosticada con TEA (trastorno del espectro autista). Fue un golpe duro, pero también un alivio: por fin podían entender y apoyar mejor a su hija.

 

La asociación Autismo Sevilla entró entonces en sus vidas, ofreciendo herramientas fundamentales para el desarrollo de Lucía. La familia se volcó por completo en el movimiento asociativo, convencida del poder de las familias ayudando a otras familias, como hace Autismo Sevilla con tantas personas, sean socias o no.

 

Una vida llena de experiencias y el deporte como motor.

Llenar su vida de experiencias. Desde entonces, su vida se ha llenado de actividades: natación, bicicleta, equitación… y especialmente el esquí. A los ocho años comenzó en un club de Sierra Nevada especializado en niños con necesidades diferentes, y desde entonces ha ganado varias veces el campeonato de Andalucía y de España en su categoría. La nieve le ha dado no solo alegrías, sino también amigos, viajes y oportunidades para compartir.

 

El deporte como motor. El mundo deportivo ha significado para Lucía, y también para sus padres, una gran satisfacción. Más allá de la competición, le ha permitido compartir, viajar y conocer otras realidades. A pesar de los temores de sus padres, Lucía demuestra una y otra vez que puede. Puede hacer muchas cosas.

Tras acabar la etapa escolar, se integró en las “Unidades Integradas en la Comunidad”de Autismo Sevilla. Allí realiza actividades en entornos normalizados: voluntariado, jardinería, limpieza, además de propuestas lúdicas y educativas. Sus hermanos, que ahora viven fuera de casa, siguen compartiendo momentos con ella: cine, conciertos, salidas con amigos… Lucía es una todoterreno.

 

Por las tardes, Lucía realiza varias actividades que le encantan, casi siempre relacionadas con la música. Participa en un grupo inclusivo de flamenco, en otro de canto, y canta los domingos en el coro parroquial. En casa siempre hay música, y ella canta con alegría, ayudada por Spotify y su oído privilegiado.

 

 

 

Desde Autismo Sevilla, creemos que el deporte es clave y esencial para el desarrollo de una persona. Por un lado, realizar cualquier tipo de actividad física es esencial para tener una vida saludable, con el impacto que eso genera en la calidad de vida de la persona. Y por otro lado, no podemos olvidar todo lo que aporta el deporte, además de en el plano físico, en el plano emocional.

Por ello, la asociación cuenta con el Club Deportivo ASport. Un espacio en el que los deportistas dentro y fuera de la condición autista, pueden desarrollar diferentes actividades deportivas, buscando siempre la inclusión y el disfrute a través del deporte.

Autismo Sevilla

El compromiso con Autismo Sevilla, un apoyo imprescindible

Autismo Sevilla sigue siendo su gran apoyo. Atiende a más de 800 personas, con muchas necesidades y un enorme valor. Por eso, la familia sigue profundamente implicada en todo lo que puede, convencida de que la unión y el compromiso hacen posible un futuro mejor para Lucía y para muchas más personas.

Mirando al futuro con esperanza.

Sus padres se preguntan qué ocurrirá cuando ellos ya no estén. Aunque Lucía no es del todo autónoma, con los apoyos adecuados podría llevar una vida plena, sintiéndose útil a la sociedad. Ella es consciente de sus limitaciones, pero también de sus talentos, aunque no siempre se le permite mostrarlos.

Vivir con Lucía ha hecho que toda la familia aprenda a organizarse, anticipar situaciones y prolongar los cuidados más allá de lo habitual. Cada tarde requiere dedicación, pero lo hacen con amor, por su bienestar. Lucía necesita saber los planes con antelación y usa una agenda semanal en la que apunta todo. Cuando algo no le apetece, simplemente lo tacha: así se comunica.

Construyendo su horizonte, construimos su futuro .

Los fondos recaudados por el #RetoPichón 2025 irán dirigidos directamente a  Autismo Sevilla, para dotar un proyecto al que hemos llamado Horizonte.

Horizonte, nace con la vocación de poner de manifiesto la realidad de las personas con autismo y de sus familias, así como de ofrecer a estas personas oportunidades de autonomía e independencia en la etapa adulta.

Si quieres ayudarnos solo tienes que seguir el siguiente enlace para hacer tu donación.

Concepto: #RetoPichón 2025
Todas las donaciones irán directamente a la cuenta corriente de AUTISMO SEVILLA, y lo harán a través de la plataforma MIGRANODEARENA.