Ha pasado un mes desde mi primer viaje al continente africano y todavía no me he recuperado de lo vivido. Fue solo una semana, pero de una intensidad brutal, por eso hoy sigo digiriéndolo todo.
Ya en mi propia realidad, me sigo preguntando cómo podemos estar en el siglo en el que estamos, queriendo ver si en Marte hay vida… y no hemos sido capaces de resolver los problemas que tienen en la vida millones de personas en África y en otros muchos sitios del mundo. Mi cabeza no logra comprender cómo todavía hay tantísimos seres humanos que sufren. ¡No tienen ni siquiera lo mínimo para vivir!
Muchos días se van a la cama sin comer
Lo que realmente me ha dejado tocado es que no tienen agua potable…y es impresionante la cantidad de niños que hay. En muchos lugares de Ghana las mujeres tienen que recorrer un mínimo de 6 kilómetros para llevar agua a sus aldeas. ¡Hay que ayudarles! Me cuentan que hasta que intervino la World Vision Ghana y Fundación World Vision España, las mujeres tenían que caminar 14 km para beber agua potable, ahora solo 3 kilómetros… Van varias veces al día con garrafas de hasta 20 kilos que las transportan en sus cabezas. ¡Os aseguro que lo he probado, y no he podido soportar ese peso sobre mis hombros!
Otro de los temas que preocupan es la alimentación. No hay nada. Cuando visitamos los diferentes pueblos tuve la sensación de que muchos días se van a la cama sin comer. Casas dignas, saneamientos, etcétera… es lo mínimo que cualquier ser humano debería tener.
La importancia de la mujer
Por otra parte, hay que cuidar a la mujer. Me ha impactado la fuerza y la energía de sus mujeres, en una sociedad ¡que no las cuida! Sólo un año más de educación en las mujeres reduce la mortalidad de sus hijos porque aprenden a alimentarlos, cuidarlos, su higiene, etc.
Visitamos un “grupo de ahorro” donde las mujeres aportan lo poco que tienen para poder afrontar las necesidades que les van surgiendo en su día a día, y ponen en marcha pequeños “negocios”. Todo basado en la CONFIANZA. Me ha impactado las caras de esas mujeres. Sus rostros reflejan la dureza, la lucha de sus vidas…
Comprobé que ellas reinvierten el 90% de sus ingresos en su comunidad y en su familia, mientras que el hombre solo el 30%.
Ya son parte de mí y pondré aquí mi “granito de arena” con el #RetoPichon
Me impactó mucho la cantidad de niños que hay ¡miles! He comprobado que la educación es su puerta para una oportunidad, para alcanzar sus sueños. Tengo que decir que he visto a muchísimos niños que no van a la escuela. La educación es la base de todo, es la base del futuro, y ahí está haciendo una labor fundamental la World Vision Ghana y Fundación World Vision España con las escuelas que poco a poco va construyendo. Para ellos, como para cualquier otro joven, la educación es la llave de su futuro. Pero allí es más importante si cabe. Ví en sus ojos muchísima ilusión y fuerza. No tienen mucho, pero estoy convencido de que hay una luz.
¿Tienen sus vidas menos valor que las nuestras?
Me pregunto si a los gobiernos del mundo les importan todas estas personas, y las condiciones en las que viven. Para muchos son invisibles, no existen, pero es importante saber que hay organizaciones, y en definitiva, personas que se interesan por estas vidas, tan valiosas como las nuestras y la de cualquier otro ser humano.
Tengo que dar las gracias a las tantas personas que he conocido allí. Personas que entregan su vida a los demás. GRACIAS a Washington, a Timothy, a Patrick, a Samuel y GRACIAS a Joseline N. Annan.
Muchas gracias a Javier Ruiz Gaitán, por darme la oportunidad de vivir esta experiencia y permitirme conocerle más y ver la grandísima persona que es. A Carmen Rodríguez Hergueta por preocuparse tanto de todos nosotros y sobre todo por su actitud. Y a Ángel Cano Fernández por lo mucho que he aprendido de él en este viaje. Que sepáis que os he empezado a querer…
Y muchas gracias a la World Vision Ghana y Fundación World Vision España, es impresionante su labor y hay que apoyarles para que sigan ayudando a estas personas.
Tengo una cosa muy clara: este viaje me ha marcado mi vida para siempre. He visto su realidad, sus necesidades, sus miradas, sus ilusiones, etcétera. Cuando lo pienso, se me siguen saltando las lágrimas. Ya son parte de mí y pondré aquí mi “granito de arena” con el #RetoPichon . ¡Volveré pronto y os lo contaré!