Y llegó Castellón, un fin de semana duro y complicado. A la lesión que arrastraba en el abductor del anterior Triatlón de Madrid, se sumó el largo viaje en coche de ocho horas. Durante el trayecto no paraba de pensar, estaba muy preocupado, no sabia si podría llegar a la meta y seguir con mi #RetoPichón.

Después del largo viaje mi objetivo era descansar, aunque me recomendaron probar si podría correr, finalmente decidí no intentarlo, porque sentía mucho dolor y no quería arriesgar.

El sábado fui a recoger el dorsal y el material, y también aproveché para visualizar el recorrido. Esa noche me dormí con la preocupación de no encontrarme físicamente bien.

El mar estaba muy revuelto en Castellón

mar Castellón

El domingo amanecí muy temprano y me fui para la salida. En el tramo de natación el mar estaba muy revuelto y el fuerte oleaje me impedía nadar con normalidad. Pero eso también lo hizo más emocionante. El circuito en bici era completamente llano, lo que me vino muy bien para mi lesión, pero a falta de 5 ó 6 kilómetros empecé a notar molestias en la pierna y aún quedaba la carrera. El calor y la humedad apretaban, pero pude llegar hasta el final. Cuando llegué a la meta tuve una satisfacción enorme de acabar. ¡Mi reto sigue en pie! y ya van 3 de 10.

A esta prueba en Castellón, se sumó mi nuevo colaborador CanoSport, que realizó un trabajo espectacular.

 

Muchas gracias a todos

bicicleta Castellón

Como en Madrid, cada vez son más los ánimos, el reto y la Fundación Luis Olivares se van conociendo. Próximo destino…Tarragona, el 6 de agosto.